Esta frase tan rimbombante está citada de un texto original, no es una traducción.

Ahora bien, esta oración, afortunadamente breve, está plagada de incorrecciones. Veamos:

1. Las sentencias no "pertenecen" a los jueces.
2. Las sentencias no son "definitivas", ya que existen recursos ordinarios, extraordinarios e incluso instancias internacionales.
3. Las sentencias no se "pronuncian", sino que se escriben.
4. Las sentencias no "mandan", sino que declaran o reconocen derechos (el poder ejecutivo del juez no se manifiesta en el fallo sino en la ejecución).

¿Es correcto avalar este tipo de redacción solo por el hecho de que todos lo hacen?