Uso de mayúsculas en nombres de enfermedades
En muchos sitios, veo que se escribe el nombre de enfermedades con mayúscula cuando estos, en verdad, deben escribirse con minúscula.
Algunos ejemplos son: sarampión, gripe.
Lo mismo se aplica para los nombres propios que designan nombres comunes: alzhéimer, parkinson, chagas, etc.
Sin embargo, el nombre propio mantiene la mayúscula en estos casos: enfermedad de Alzheimer, mal de Chagas, etc.
Fuente: Ortografa- RAE 2010-Uso de las maysculas
Re: Uso de mayúsculas en nombres de enfermedades
Re: Uso de mayúsculas en nombres de enfermedades
¡Gracias por proveer una fuente confiable! Es posible que se deba a que gran parte de las traducciones al español provengan de organismos gubernamentales americanos como el NIH o el CDC. En mi experiencia, suelen tener ambigüedades cuando buscan traducir al español, y piden Spanish US (básicamente para formatos de números y fechas) aunque son muy "flexibles" en lo que hace a capitalización.
Re: Uso de mayúsculas en nombres de enfermedades
Y sí. Suelo encontrar los nombres de las enfermedades con mayúscula, incluso cuando no es español de EE.UU. La explicación de Gentle me parece bastante acertada, por cierto.
Re: Uso de mayúsculas en nombres de enfermedades
La norma general es que los nombres de enfermedades se escriben con minúscula:
(1) Se morían de varicela, de sarampión, de gripe, de tristeza, de alcoholismo [Abel Posse: La pasión según Eva].
(2) El amor en los tiempos del cólera [novela de Gabriel García Márquez].
Esto es lógico porque se trata de nombres comunes. Una mención aparte merece el nombre sida, que se escribe con todas sus letras en minúscula, aunque tiene su origen en la sigla correspondiente a síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Veamos un ejemplo con la grafía correcta:
(3) Acabo de leer el bestseller de García Márquez en Los Ángeles y pienso en el amor en tiempos del sida [Carlos Fuentes: El naranjo].
Re: Uso de mayúsculas en nombres de enfermedades
Sí, por lo general, es bastante común, aunque poco recomendado. Una de las reglas generales de las academias de la lengua es "ante la duda, minúscula"; no nos olvidemos que un texto con un exceso de mayúsculas resulta poco estético a la vista también.